Rob Younger

Rob Younger nació hace unas cuantas décadas en tierras australianas. Desde jovenzuelo se interesó por la música; la buena música. Durante la segunda mitad de los años 60, los grupos americanos y una buena hornada de grupos australianos de garaje, beat, R&B y punk, influirían de manera decisiva en el joven Rob.

A principios de los años 70, Rob formó parte del grupo The Rats radicado en Sydney. Tras su salida del grupo formaría, el que para muchos es el mejor grupo australiano de todos los tiempos, Radio Birdman.
Este grupo, se fundamentará en la voz de Rob Younger y el la guitarra de Denis Tek, sin olvidarse de Warwick Gilbert al bajo (compañero de Rob en The Rats), Chris Masuak a la guitarra, Pip Hoyle al órgano y Ron Keeley a las baquetas. Juntos grabaron entre 1974-78  Lp’s impecables como Radios Appear o Living Eyes.

Radio Birdman / New Race (Radios Appear 1978)

Su efímera participación en el supergrupo New Race, se compone de un único lp en directo que hace honor a su corta existencia “The first and the last”.
Su último grupo, The New Christs, se formó en 1981, llevando más de treinta años sobre las tablas. Desde entonces el grupo ha grabado una decena de singles, EP’s  y cinco Lp’s entre los que destacan Distemper (1989) o We Got This (2002).

Pero su actividad creativa no solo la dedicó a su grupo, sino que también produjo numerosos grupos australianos y algunos europeos. Esta actividad fue notoria entre mediados de los años 80 y principios de los 90. Algunos de los músicos que tocó con su “barita productora” los analizamos en el podcast, pero solo eran una pincelada de unas producciones que aglutinan pop, r’n’r, garaje, punk, etc.
Algunos de los grupos que pasaron por sus manos fueron:

Lime Spiders, 25th Hour (1983) EP

Angie Pepper, Frozan Worl / Why Tell Me (1984) Single

City Kids (1984)

The Eastern Dark, Johnny & Dee Dee / Julie’s a Junkie

The Stems, Love Will Grow: Rosebuds volume One (1986) EP

Died Pretty, Free Dirt (1986)

Playmates,Long Sweet Dreams (1986)

Sin lugar a duda nos encontramos con un auténtico currante musical, que desde hace más de cuatro décadas está al pie del cañón, ya sea delante de un micrófono o tras el cristal de un estudio de grabación. Ejemplo de la buena forma en que se encuentra fue su última visita a los escenarios españoles en 2011. En ella dejó claro que merece la pena gastar unos euros para disfrutar de su música.